Cada una controla un 30% de la propiedad, lo que les permite concertar la operación de la naviera los dos principales propietarios de Hapag-Lloyd, la chilena Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) y la alemana Kühne Maritime, han renovado su pacto accionista en relación con la línea naviera por cuatro años más, con cada uno controlando un 30% de las acciones, respectivamente, informa Alphaliner.
El acuerdo, que permite a los dos principales accionistas equiparar sus derechos de voto y actuar de forma concertada sobre la forma de operar de Hapag-Lloyd, debía expirar el 31 de diciembre de 2026, pero ahora se ha extendido hasta finales de 2030.
El acuerdo anterior también incluía a la ciudad de Hamburgo (HGV Hamburger Gesellschaft fur Vermogens-und Beteiligungsmanagement), que tiene una participación actual del 13,9%. Sin embargo, no se mencionó a este socio minoritario en el anuncio de renovación. Cabe mencionar que los restantes accionistas de Hapag-Lloyd son: Qatar Holding Germany Gmbh (12,3%); El Fondo de Inversión Pública en nombre del Reino de Arabia Saudita (10,2%), mientras que un 0,6% de acciones permanece en libre flotación (en la imagen).
La alianza entre los principales accionistas se remonta a 2014 y al acuerdo de fusión entre CSAV y Hapag-Lloyd. En ese momento, CSAV se unió al multimillonario alemán Klaus-Michael Kuhne y a la ciudad de Hamburgo en un pacto de accionistas que controlaba un total del 75,5% de la nueva empresa.
En el acuerdo original, CSAV y Kuhne se comprometían a conservar sus acciones de control en Hapag-Lloyd durante 10 años, mientras que HGV tenía derecho a vender el 50% de sus acciones después de 5 años.
En 2022, las tres partes renovaron el acuerdo hasta 2026. CSAV declaró en ese momento: «Esta es una muy buena noticia, ya que esta alianza ha proporcionado estabilidad a la gobernanza corporativa de Hapag-Lloyd».
Kuhne Maritime es una filial de Kuhne Holding de Klaus-Michael Kuhne, también la empresa matriz de varias empresas, incluida la empresa de logística suiza Kuehne+Nagel.
CSAV está controlada por la familia Luksic, la más rica de Chile, que intervino para rescatar a la línea naviera en 2011. Desde entonces, CSAV se ha convertido en un holding puro por su inversión en Hapag-Lloyd.
