El Ministerio de Transporte, a través del Instituto Nacional de Vías, y en alianza con Indumil, firmó un convenio estratégico sin precedentes para el diseño, fabricación, ensamblaje y suministro de soluciones de movilidad blindada, que reforzarán la seguridad en los corredores viales del país y el Programa de Seguridad en las Carreteras Nacionales (PSCN).
Con una inversión superior a $60.600 millones, este avance permitirá la fabricación de entre 20 y 22 unidades de movilidad blindada, destinadas a reforzar la seguridad en corredores viales estratégicos del país. La iniciativa representa un salto estructural para Colombia, al impulsar la soberanía tecnológica, la transferencia de conocimiento y la capacidad del Estado para diseñar, ensamblar y mantener su propia flota táctica bajo estándares internacionales.
“Este convenio es una decisión estratégica para proteger la vida en las carreteras del país. Estamos fortaleciendo la seguridad vial, respaldando a nuestra fuerza pública y apostándole a que el conocimiento, la tecnología y la producción queden en Colombia, al servicio del Estado y de la ciudadanía”, afirmó la ministra de Transporte.
La alianza, con una vigencia de cinco años, permitirá cerrar brechas históricas en la capacidad de vehículos blindados, para enfrentar amenazas en vías críticas y corredores estratégicos del territorio nacional. Al mismo tiempo, fortalece la industria metalmecánica y de defensa, generando capacidades productivas y tecnológicas que permanecen en el país.
El convenio contempla beneficios estructurales para el Estado colombiano: transferencia de tecnología (ToT) para la producción y mantenimiento local de los vehículos, propiedad estatal de licencias de software, diseños industriales y manuales técnicos, y licenciamiento perpetuo para el uso de los desarrollos tecnológicos por parte de Invías, garantizando autonomía, sostenibilidad y control público de estas capacidades.
En línea con los objetivos del Gobierno del Cambio, el Ministerio de Transporte reafirma su compromiso con la seguridad en las vías, la protección de la vida, el fortalecimiento de la capacidad operativa del Estado y el impulso a una industria nacional sólida, innovadora y al servicio del interés público. Con este acuerdo, Colombia no solo refuerza la seguridad en sus carreteras: construye soberanía, industria y futuro.


