El paro armado del Eln deja atentados, vías cerradas y riesgos graves para carga y pasajeros, mientras gremios exigen seguridad urgente en carreteras.
El transporte de carga y de pasajeros en Colombia atraviesa horas críticas por cuenta del paro armado decretado por el Eln a nivel nacional.
Según el pronunciamiento de Arnulfo Cuervo Aguilera, presidente de Fedetranscarga, la medida inició el 14 de diciembre a las 6:00 de la mañana y se extenderá hasta el próximo 17 de diciembre a la misma hora.
El objetivo del grupo armado, advierte el gremio, es suspender toda actividad de transporte y la movilidad de personas en el territorio nacional.
A esto se suma que el frente urbano del Eln anunció que serán considerados objetivos militares las instalaciones de la Policía y el Ejército, así como sus vehículos, elevando el nivel de riesgo en las carreteras.
Atentados, bloqueos y víctimas: el balance del paro armado
El impacto ya se siente en terreno. De acuerdo con Fedetranscarga, a la fecha se han registrado al menos 13 afectaciones asociadas a atentados terroristas.
Uno de los hechos más complejos ocurrió con el bloqueo en Pelaya, que generó enormes dificultades para los transportadores en plena carretera, que conecta el centro del país con la Costa Caribe.
A esto se suma la voladura con explosivos del peaje de La Lizama, donde una motobomba dejó dos personas heridas. En Santander, además, se reportó la muerte de un conductor de ambulancia, un hecho que agrava la preocupación por la seguridad vial y humanitaria en medio del paro armado.
Según la concesionaria, en la madrugada de hoy, a la 1:35 a. m., un artefacto explosivo fue detonado en las instalaciones del peaje La Lizama, lo que obligó a suspender la circulación por el corredor vial. La detonación afectó la infraestructura, aunque no dejó personas con heridas de gravedad.
Transporte de carga en alerta por abastecimiento y seguridad
Desde Fedetranscarga, el llamado es directo y urgente. Cuervo subrayó la importancia del momento que vive el país por las fiestas de Navidad y Fin de Año, marcado por la necesidad de garantizar el abastecimiento y la movilidad de mercancías.
El gremio solicitó que se tomen las medidas necesarias para asegurar la gobernabilidad en las carreteras colombianas, con presencia efectiva del Ejército y la Policía, de manera que los transportadores puedan cumplir su labor diaria.
“La presencia del Ejército y la Policía permitirán que los transportadores puedan cumplir con su función diaria, garantizando no solamente su vida, sino la seguridad de los equipos y las mercancías transportadas”.
En medio del paro armado, la violencia también golpeó al transporte públicointermunicipal. La Cámara de Transporte de Pasajeros de la Andi rechazó de manera categórica el ataque ocurrido en la noche del domingo en el sector conocido como La Paulina, jurisdicción del municipio de Valdivia, Antioquia, sobre la vía que comunica a Medellín con Caucasia.
En ese punto, un bus de la empresa Expreso Brasilia fue atacado e incendiado, un hecho que encendió las alarmas del sector por el riesgo directo que enfrentan pasajeros y conductores.
Riesgos para la movilidad y derechos de los viajeros en Colombia
Para la Andi, este tipo de hechos genera un grave impacto sobre la operación del transporte terrestre intermunicipal. No solo pone en riesgo la vida e integridad de pasajeros, conductores y demás actores viales, sino que afecta la confianza y la seguridad de quienes dependen de este servicio esencial para la movilidad regional y nacional.
“El transporte terrestre de pasajeros cumple un papel clave en la conectividad del país, al facilitar el acceso de miles de ciudadanos a servicios de salud, educación, empleo y actividades productivas”, se lee en el pronunciamiento gremial.
Además, atentar contra los vehículos y la operación, advierte el gremio, no solo ocasiona pérdidas materiales y operativas, sino que vulnera el derecho de los usuarios a una movilidad segura y continua.


