Conflicto laboral en la Costa Este de EE. UU.: la última amenaza a las cadenas de suministro en 2024

Una huelga de dos semanas permitiría a los puertos afectados operar con normalidad recién en 2025 la amenaza de una huelga en los puertos de la Costa Este (USEC) y del Golfo (USGC) se cierne sobre los EE. UU. El contrato colectivo entre el conglomerado sindical International Longshoremen’s Association (ILA) y la patronal Alianza Marítima de los EE. UU. (USMX) expirará el 30 de septiembre, y las negociaciones de renovación del contrato aún no se han reiniciado. Una huelga en los puertos estadounidenses podría perturbar aún más la ya frágil cadena de suministro afectada por la crisis del Mar Rojo. 

Mientras se aguardaba este plazo fatal en la USEC, una huelga de 17 horas de los trabajadoresferroviarios de Canadian National y Canadian Pacific Kansas City puso en vilo a las cadenas de suministro internacional. Sin embargo, el Gobierno de Canadá decidió intervenir y el ministro de Trabajo, Steven MacKinnon, pidió a la Junta de Relaciones Industriales de Canadá (CIRB, por su sigla en inglés) que impusiera un arbitraje vinculante a ambos ferrocarriles y al sindicato Teamsters. También ordenó a la junta que ordenara a las partes prorrogar su actual contrato laboral, y dijo que los ferrocarriles deberían reanudar sus operaciones “de inmediato”. 

Si bien, lo anterior permitió el lucimiento de las autoridades canadienses también reflejó la consciencia existente en torno al delicado estado de las cadenas de suministro.  De hecho, un paro laboral en ambos ferrocarriles podría costar a la economía canadiense hasta US$250 millones al día, según los analistas deMoody’s. Mientras que la Cámara de Comercio canadiense dijo que un paro laboral simultáneo afectaría al flujo de unos US$730 millones en bienes al día, y reduciría el acceso a los materiales necesarios para construir automóviles y viviendas, y proporcionar calefacción a los hogares. ¿Qué queda por esperar de un paro en laboral en la USEC?

De acuerdo con Sea-intelligence un día de huelga implicaría el atraso de 74.000 TEUs, los que requerirían de 6 días para ser eliminados. En tanto, de acuerdo con la consultora, una huelga de una semana a principios de octubre no permitiría resolver los atrasos hasta mediados de noviembre. Si se produce una huelga de dos semanas, en una estimación realista, los puertos no volverían a operar con normalidad hasta 2025.

Cabe mencionar que el 3 de agosto, la ILA presentó un aviso de huelga de 60 días y planea celebrar una reunión del comité los días 4 y 5 de septiembre en preparación para la fecha límite del 1 de octubre. La asociación sindical ya ha especificado que no habría extensiones. Según el analista Jon Monroe, “a primera vista, esto podría sugerir que una huelga es poco probable, especialmente porque la ILA no ha tenido una huelga en más de 40 años. La última huelga fue en 1977. Sin embargo, los rumores sugieren que el presidente de la ILA, Harold Daggett, está buscando un enfrentamiento dramático como gran final antes de dimitir”.

Cuentas alegres en la USWC 

Mientras la tensión se respira en la USEC, en la Costa Oeste de EE. UU. (USWC) se sacan cuentas alegres. El Puerto de Los Ángeles movilizó en julio la cifra récord de 939.600 TEUs, un 37% más que el año anterior, mientras que Long Beach movilizó 882.376 TEUs el mismo mes, un 52,6% más que en el mismo mes del año pasado.  

“Estamos en una posición fuerte de cara a la temporada alta de transporte marítimo, ya que los consumidores compran suministros para el regreso a clases y los importadores embarcan sus cargas antes de posibles aumentos arancelarios”, dijo el CEO del Puerto de Long Beach, Mario Cordero.  Por su parte el director ejecutivo del Puerto de Los Ángeles, Gene Seroka, manifestó que “hemos observado una afluencia de cargas navideñas de fin de año que arriban a nuestros muelles un poco antes de lo habitual para evitar cualquier riesgo de retraso más adelante”.

Miedo subyacente

Ambos ejecutivos, sin decirlo directamente, apuntan al temor de los importadores como principal impulsor de las extraordinarias cifras de movilización de carga. Una de las causas del miedo es el posible aumento de los aranceles. El actual Presidente de EE. UU., Joe Biden, aplicará una nueva ronda de aranceles en septiembre. En tanto, Donald Trump, de ganar las elecciones, prometió aplicar un arancel general del 10% sobre los bienes importados y un arancel del 60% sobre los bienes importados desde China. Otra causa es la incertidumbre en torno a un posible agravamiento de la ya permanente crisis en el Mar Rojo. Por su puesto el aire denso en la USEC tampoco ayuda.

Lo anterior hace descartar por completo la recuperación económica y el aumento del consumo como fuente del impulso del transporte marítimo de contenedores. Así también lo corroboró Sea-intelligence al destacar que, en los nuevos datos de inventarios de junio de 2024, publicados por la Oficina del Censo de Estados Unidos, se puede observar que los minoristas estadounidenses han estado más preocupados por aumentar sus existencias.

Cabe preguntarse entonces ¿Cómo podría afectar al transporte marítimo de contenedores un escenario con altos inventarios, pero con una demanda subyacente que no despega?

Un dato importante: quedan por entregar hasta fines de año 1,1 millones de TEUs de capacidad.

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