El Gobierno del Presidente de EE. UU., Joe Biden, ha llegado a la conclusión de que China utiliza políticas y prácticas desleales para dominar la construcción naval a escala mundial, según declararon a Reuterstres fuentes familiarizadas con los resultados de una investigación comercial de meses de duración.
La Representante de Comercio de EE.UU. (USTR), Katherine Tai, inició la investigación en abril de 2024 a petición de United Steelworkers y otros cuatro sindicatos estadounidenses en virtud de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, que permite a EE.UU. sancionar a países extranjeros que realicen actos “injustificables” o “irrazonables”, o que supongan una carga para el comercio estadounidense.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que China tenía como objetivo dominar la industria naval y marítima, utilizando ayudas financieras, barreras para las empresas extranjeras, transferencia forzosa de tecnología y robo de propiedad intelectual y políticas de contratación pública para dar ventaja a su industria naval y marítima, comentó una de las fuentes que no estaba autorizada a hablar públicamente.
Construcción naval China
La investigación cita datos que muestran que la cuota de China en la industria mundial de la construcción naval, valorada en US$150.000 millones, se ha ampliado hasta superar el 50% en 2023 desde alrededor del 5% en 2000, en gran medida gracias a las subvenciones del Gobierno, mientras que los constructores navales estadounidenses, antaño dominantes, han visto cómo su cuota se reducía por debajo del 1%. Corea del Sur y Japón son los siguientes mayores constructores navales.
El informe proporciona una nueva razón a la administración entrante para enfrentar a China, y podría allanar el camino para la imposición de aranceles o tasas portuarias a los buques construidos en China, como proponen los sindicatos. Esta medida se tomaría probablemente después de un período de comentarios públicos, dijeron.
De todos modos, especialistas en el tema coinciden en que reconstruir la industria marítima estadounidense llevará décadas e inversiones de decenas de miles de millones de dólares. Los aranceles por sí solos no bastarán.
El USTR dará a conocer sus conclusiones a finales de esta semana, días antes de que Biden deje el cargo el 20 de enero, dijeron las fuentes.
“El objetivo de China de dominar los sectores marítimo, logístico y de construcción naval es el mayor obstáculo para la revitalización de las industrias estadounidenses en estos sectores”, concluye el informe, según un extracto compartido con Reuters.
Acciones de Trump
Trump, que ha dicho que aumentará los aranceles sobre los productos chinos hasta el 60%, arremetió la semana pasada contra las maniobras de China para dominar la construcción naval comercial y militar, diciendo al presentador de radio Hugh Hewitt que Estados Unidos había “sufrido enormemente” y necesitaba cambiar de rumbo.
También sugirió que Estados Unidos podría tener que recurrir a aliados para construir los buques de guerra necesarios para el ejército estadounidense.
Estados Unidos sólo cuenta con 20 astilleros públicos y privados, frente a los más de 300 que tenía a principios de la década de 1980. Los expertos afirman que la demanda de buques civiles y militares es fuerte y creciente.
