El lunes, el Presidente de EE. UU., Donald Trump, determinó que los compromisos de los gobiernos de Canadá y México para mejorar los controles fronterizos –algunos de los cuales aparentemente ya se habían prometido la semana pasada– eran una mejora suficiente como para suspender los aranceles y restricciones durante un mes, plazo a cuyo fin se evaluará la eficacia de estas medidas. La suspensión también significó la suspensión de los aranceles de represalia previstos por Canadá y México, aunque los aranceles y restricciones estadounidenses sobre China se mantienen vigentes.
De acuerdo con el analista jefe de Freightos, Judah Levine, las amenazas arancelarias de Trump sacudieron a países, mercados e industrias, y muchos analistas proyectaron aumentos en los precios finales para los consumidores, desaceleración del crecimiento económico y perturbaciones significativas en el comercio. Sin embargo, al menos por un mes, las empresas y los consumidores podrán respirar aliviados.
No obstante, existe preocupación sobre cuán impredecible y disruptiva puede resultar esta segunda administración Trump.
En ese sentido, es necesario comprender que los aranceles de esta semana se implementarían a través de la aplicación de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) que es una facultad del Presidente de EE. UU. En cambio, los “aranceles ordinarios” –presumiblemente como el arancel propuesto del 60% sobre las importaciones chinas destinado a los desequilibrios comerciales– probablemente solo se aplicarán después de que se finalicen las recomendaciones del Representante Comercial de Estados Unidos en abril, como se solicitó en el memorando de política comercial del primer día de Trump. Si ese es el caso, el gran aumento potencial al 60% podría darse recién en mayo o más tarde.
Mientras tanto, el aumento del arancel del 10% sobre los productos chinos sigue vigente. China anunció que tomará represalias con un arancel del 15% sobre ciertos productos estadounidenses como el carbón, el GNL y algunas maquinarias y también está abriendo una investigación antimonopolio sobre Google, junto con informes de que reiniciará las negociaciones con Estados Unidos para tratar de reducir esta ronda de la Guerra Comercial.
¿Como afecta al transporte internacional de bienes?
En términos del impacto en el transporte internacional de bienes, los acontecimientos recientes probablemente aumentarán la preocupación por los fuertes aranceles sobre China a finales de este año. Con esto, de acuerdo con Levine, se podría esperar que la concentración anticipada antes de los aranceles (que ha sido un factor importante que ha mantenido elevados los volúmenes de importación oceánica de EE. UU. y las tarifas de contenedores transpacíficos desde noviembre) se intensifique hasta que se introduzcan o cancelen los nuevos aranceles.
Dado que muchos importadores han estado adelantando su demanda habitual durante varios meses, es difícil predecir hasta qué punto se intensificará esta anticipación. “En este momento, como todavía estamos en el período de desaceleración de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, las tarifas oceánicas se han mantenido sin cambios. Pero podríamos esperar que la demanda y las tarifas aumenten después del Año Nuevo Lunar (24 de febrero)”, apunta Levine.
Con las tarifas de contenedores en la ruta Transpacífico, ya altas, en más de US$5.000/FEU a la Costa Oeste (USWC) y US$6700/FEU a la Costa Este (USEC), un impulso adicional suficiente podría llevarlas a superar el máximo de la temporada alta del año pasado- anotada en julio- de US$8.000/FEU a la USWC, que también marcó altos volúmenes.
Aranceles sobre la Unión Europea
Si ya el panorama se observa como difícil, falta añadir que Trump ha anunciado la intención de apuntar también a la Unión Europea. Algunas Líneas navieras han anunciado recargos por temporada alta en la ruta Transatlántico para marzo, en previsión de posibles anticipos en esa ruta. Esto, ala larga, también significará una caída en las tarifas y en los volúmenes una vez que se introduzcan o cancelen los aranceles.
Exención de minimis
Un impacto inmediato aún mayor de la acción de esta semana contra China podría provenir de la suspensión de la exención de minimis- carga que por su bajo volumen o valor está exenta de cumplir normas arancelarias- para las importaciones chinas a los EE. UU.
Los ahorros y la velocidad que la exención de minimis brinda a las importaciones de bajo valor son un facilitador clave de la avalancha de paquetes (más de mil millones en 2024 hasta el tercer trimestre) que ingresan a los EE. UU. a través de esta excepción, principalmente desde China y principalmente por carga aérea.
En este ámbito, los bienes tranzados en e-commerce representan aproximadamente el 50-60% de los volúmenes de carga aérea en la ruta China-EE. UU. La capacidad de carga aérea total desde China aumentó un 25% interanual en 2024, por lo que el cierre de la exención de minimis podría provocar una fuerte caída en los volúmenes y un aumento en la capacidad disponible que podría hacer bajar las tarifas significativamente.